martes, 22 de febrero de 2011

El Cisne Negro. Cuando el cine va de emociones

Me gusta ir al cine sin tener demasiada información sobre lo que voy a ver. Y me gusta cuando la casualidad me ayuda a elegir.

Llegar tarde, o verte obligado a ver lo que no considerabas como primera opción siempre me ha funcionado bien a la hora de elegir una película.

Supongo que en parte se debe a mis primeros pasos como adolescente, cuando para saber cual era la película que íbamos a ver, no teníamos más opción que irnos a ver los tablones con fotos que los cines colocaban como reclamo publicitario en el paseo. El cartel de la película y unas pequeñas fotos, era en muchas ocasiones la única información que teníamos sobre la película, y había que afinar mucho la intuición, si querías elegir, ya que una mala elección podía significar que tus amigos del alma te vapulearan sin piedad.

De aquellos tiempos, cada vez más lejanos, me ha quedado el placer por el riesgo, a la hora de elegir una película, y el gusto por las películas emocionales.

Y hoy a tenido suerte! El Cisne Negro es una película que va de emociones. Describe minuciosamente un proceso creativo y lo envuelve con la fuerza de otra historia "El lago de los cisnes" y sentimiento de su música.

Nina (Natalie Portman) consigue el papel estrella del lago de los cisnes. Ella es una perfeccionista dotada de una gran técnica. El director de la obra, la ve como la bailarina perfecta para interpretar el cisne blanco, sin embargo cree que es una bailarina fría, sin pasión e incapaz de dotar a su personaje de la capacidad de seducción que debe de tener su cisne negro.

No obstante decide apostar con ella, y a partir de ahí Nina inicia un viaje peligroso, por el filo de una navaja, capaz de llevarle lo más alto o al fracaso.

La historia aprovecha tres momentos cumbre del Lago de los Cisnes para mostrarnos el proceso creativo del personaje. Creativo y destructivo, porque Nina necesita aportar mucho de su propia vida para conseguir alcanzar las emociones que debe representar. Este proceso obsesivo, la atrapará y la conducirá cambiando su forma de vivir, interpretar y bailar.

Darren Aronofsky, director de The Wrestler, consigue de nuevo hacer lo que mejora sabe hacer ¡emocionar!.Es cierto que parece que a la película le cuesta un poco de arrancar. Es cierto, que quizás la historia de la madre dominante, no sea un elemento demasiado original, o que la ingenuidad de la protagonista sea poco creíble. Pero también es cierto que la historia de la película es capaz de envolverte, de atraparte y, en definitiva de dejarte un muy grato sabor de boca ¡Oh debería decir de cine!

En cuanto a Natalie Portman, creo que con una palabra será suficiente ¡Impresionante!

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